viernes, 3 de agosto de 2018

Tipos de fibras: fibras animales



Y llegamos al grupo de fibras de origen animal. Aquí tenemos una variedad muy amplia así que vamos a dividirlo por animalillo de procedencia, es decir: oveja, cabra, alpaca, vicuña y gusanos de seda. Además de hacer mención de otras lanas un poco más exóticas para nosotros.

LANA DE OVEJA.

La más utilizada es sin duda la lana merina procedente de ovejas de la raza merino. Estas ovejas tienen su origen en Marruecos desde donde pasaron al Sur de la Península Ibérica. Durante varios siglos España tendría el monopolio de la producción de lana merina, siendo un grave delito sacar ovejas de esta raza fuera de España. En el s. XVIII, Felipe V regaló varias parejas a Francia, donde se extendieron rápidamente y desde ahí se propagaron por el resto de Europa. En el s. XIX, Gran Bretaña las exportó masivamente a sus colonias de ultramar. Como resultado, la producción mundial de lana merina procede, actualmente, en un 80% de ovejas australianas, repartiéndose el resto de la producción entre Estados Unidos, Sudáfrica, Argentina y Nueva Zelanda.
Y os preguntaréis, ¿qué la hace tan especial? ¡Vamos a ello!

  •  En primer lugar es una lana muy fina y suave lo que hace que no cause picores ni irritaciones en la piel siendo la lana favorita para tejer prendas para bebé.
  • Tiene unas excelentes propiedades térmicas, manteniendo una temperatura corporal constante en situaciones de frío o calor.
  • Repele el agua.
  • Absorbe la humedad, llegando a absorber un 30% de su peso antes que el cuerpo se sienta húmedo. El tamaño de las fibras hacen que el vapor húmedo se evapore y que la prenda siga siendo cálida.
  • Tiene propiedades antimicrobianas naturales que retrasan la aparición de olores. Al permitir las fibras la evaporación del sudor, se impide que absorban las sales y grasas que originan los malos olores.
  • Repele la suciedad, al tener menos humedad que otras lanas, disminuye la electricidad estática que atrae el polvo y la suciedad.
  • Tiene queratina lo que le da a las fibras mayor resistencia y protección natural contra los rayos UV.


La segunda lana más utilizada es la corriedale. Su origen se remonta a finales del s. XIX en Nueva Zelanda y Australia y es el resultado del cruce de ovejas merinas con carneros de las razas Lincoln, Leicester y Romney Marsch. Actualmente se la puede encontrar sobre  todo en Uruguay. Es una lana de grosor medio-fino utilizada para hacer prendas de ropa y, sobre todo, las tapicerías de coches y aviones al ser más resistente al fuego que otras fibras artificiales.

Otro tipo de lana es la procedente de ovejas Romeny Marsch. Su origen está en el condado de Kent (Reino Unido), aunque se la puede encontrar en otros países dada su adaptabilidad a climas húmedos y templados. Produce una lana más gruesa que se utiliza para tejer abrigos, mantas y alfombras.
Otra lana muy utilizada es la Lincoln. Esta raza de ovejas procede del Reino Unido y pronto fue exportada a otros países con el objetivo de mejorar la lana de sus razas autóctonas. Son las ovejas británicas más grandes y producen una lana gruesa, fuerte, larga y de gran calidad. Su lana se utiliza para pesadas y abrigadas prendas de ropa pero también en distintos usos artesanales tales como el hilado a mano, fieltrado, muñecas, etc. Actualmente es una raza en peligro en Reino Unido ya que sólo cuentan con 1500 hembras de cría.

LANA DE CABRA.

Entre las lanas de cabra,  sin duda la más codiciada es la cachemira. Estas cabras proceden del Tíbet y la región vecina de Ladakh en la India aunque actualmente podemos encontrarlas por distintas regiones del mundo, como Escocia donde también son productores de lana cachemira. Destaca por ser un excepcional aislante térmico, lo que la hace ideal para elaborar prendas tanto de invierno como de verano, su suavidad y ligereza. Pero no toda la lana que produce esta cabra tiene la misma calidad. La mejor lana se encuentra bajo el manto exterior, próxima a la piel. Una cabra produce al año 150 gramos de esta lana de excepcional calidad, de ahí que su precio sea tan alto. Puede ser utilizada para elaborar cualquier tipo de prenda.

Otra excelente lana es la mohair, procedente de la cabra de Angora que tiene su origen en Turquía. Hoy día la mayor producción de mohair se da en Sudáfrica. Sobre todo se utiliza para tejer todo tipo de prendas de ropa y, en menor medida, alfombras y tapetes. Las características de esta lana son las siguientes:

  • Es termorreguladora.
  • Se tiñe con facilidad.
  • No hace bolitas.
  • No se arruga.
  • Es una fibra muy resistente y suave.
  • Es más resistente al fuego que otras fibras.


LANA DE CAMÉLIDOS.

Desde hace varios años podemos encontrar fácilmente lana de alpaca. Procede sobre todo de Perú, Bolivia y Australia y tiene distintas calidades: Baby (procede de la primera esquila en la vida de la alpaca, alrededor de los 3 años y es excelente para elaborar prendas de bebé), Royal (las mejores fibras de la Baby Alpaca), Fleeze (es la lana que se obtiene en el esquilado anual y se suele utilizar para hacer jerseys y abrigos) Huariza (se utiliza para todo tipo de tejidos)  y Gruesa (se elaboran alfombras y tapices). Sus principales características son las siguientes:

  • Al no tener lanolina, no produce alergias.
  • Repele el agua y la humedad.
  • Es termorreguladora.
  • Protege de la radiación solar.
  • La fibra de alpaca es más fuerte y resistente que la de oveja.
  • No pierde su brillo natural tras teñirla o lavarla.
  • Tiene una amplia gama de colores naturales.
  • Es liviana y elástica.
  • Es ignífuga.

Pero si queremos a la reina entre las reinas de las lanas de origen animal, tenemos que buscar lana de vicuña. La vicuña es un camélido de pequeño tamaño, que vive principalmente en Perú aunque también hay poblaciones más pequeñas en Argentina, Chile, Bolivia y Ecuador. Está considerada como un producto de lujo y es que un kilo de fibra de vicuña cuesta nada menos que 500 dólares (sí, has leído bien). Y es que este animalito es de pelo corto y fino, lo que hace muy difícil su tratamiento para convertirlo en lana, además de que una vicuña produce sólo entre 160 y 180 gramos cada dos años.  ¿Y qué la hace tan especial, además de lo que tarda en crecer su pelo? Pues su primera característica destacable es su suavidad, es la lana más suave que existe, sólo superada por la seda; es muy fina, liviana, resistente, hipoalergénica, termorreguladora, tiene propiedades ignífugas, impermeable, repele la humedad.

“Pero es muy similar a la alpaca”, diréis. Y sí, es cierto, pero lo que la hace más especial aún es la forma en la que se esquila. La esquila de la vicuña se hace una vez al año en una ceremonia  de origen prehispánico llamada Chaccu, que consiste en cercar a las vicuñas por una cadena humana gigante de unas 100 personas atadas a una soga. Poco a poco van arreando a los animales hasta un corral donde son capturados uno a uno en un proceso delicado para no estresarlas. Una vez en el corral, se separan las crías y las vicuñas con el pelo demasiado corto y se las suelta de nuevo, el resto son esquiladas. Una vez obtenida la fibra, primero se bate para eliminar la tierra y hierbas que pueda tener adheridas, después se lava, se seca, se vuelve a descerdar y se clasifica eliminando pelo blanco, fibras muertas u otros materiales. Todo este proceso es totalmente manual y realizado por las comunidades indígenas que viven de la vicuña. Posteriormente se lleva a las máquinas que la estiran, torsionan e hilan y durante todo el proceso deben pasar distintos controles de calidad.
Y todo el conjunto de obtención de la fibra, sus propiedades y el crecimiento del pelo de la vicuña tienen como resultado una fibra excepcional y (muy) cara.

Otras lanas animales que nos suenen un poco más exóticas son las de yak o camello. En el caso del camello, también se trata de una fibra de lujo que se recoge durante la temporada de muda del camello y su mayor producción procede de Mongolia. Se suele mezclar con lana o nylon para hacerlo más económico y se hacen todo tipo de prendas; también se mezcla con cachemira y se destina a mercados de lujo.

En el caso de la lana de yak, su hilado ha sido recuperado recientemente y procede principalmente de China. Se recoge en pequeñas cantidades (un yak adulto produce unos 100 gramos de lana al año) y es hilado a mano en un proceso lento y complejo; para hacernos una idea, en un mes de trabajo se hilan aproximadamente 2 kilos de lana. Es una fibra más caliente que la lana merino, termorreguladora, suave y resistente.

SEDA.

La  última fibra que vamos a tratar es la seda. Conocida desde hace milenios, su principal productor es China, seguido de la India. Se obtiene de los capullos de los gusanos de seda, y para ello es necesario ahogar las orugas en agua hirviendo para después retirar el hilo con ayuda de una rueda. Cada capullo contiene unos 1500 metros de fibra y debido al proceso de obtención ha sido muy criticado por los grupos de defensa de los animales.
Se tiñe fácilmente, es suave, ligera, no resbaladiza, no es elástica, se recupera fácilmente de la humedad y tiene baja conductividad lo que hace que mantenga el aire caliente cerca de la piel.
Como tela se utiliza sobre todo para hacer prendas de vestir y en el caso de los tejidos suele mezclarse con lanas como la mohair, alpaca o merino resultando tejidos de gran calidad, livianos y frescos.

Y hasta aquí  llegó la introducción a los distintos tipos de hilos y lanas. Me he dejado muchísimos en el tintero, algunos os los he mencionado un poco de pasada, pero aquí más o menos tenéis lo más habitual que podemos encontrar en cualquier tienda de tejido.

En el próximo post, comenzaremos las clases de crochet J

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